Nota publicada en El Observador.
Eduardo Delbono y Álvaro Maldonado lograron convertir a su empresa de construcción de plantas y maquinarias Asuan en un referente en Latinoamérica
Después de trabajar durante varios años en el equipo de investigación y desarrollo de la empresa Chargeurs –una multinacional productora de lana– el ingeniero industrial mecánico Eduardo Delbono (41) y el ingeniero eléctrico Álvaro Maldonado (39) decidieron que era hora de emprender un proyecto independiente.
Fue así que en el año 1996 adquirieron una empresa que ya venía trabajando en el mercado lanero. La firma contaba con dos divisiones: por un lado, el acondicionamiento térmico y por otro la industrial. Como a Delbono y a Maldonado sólo les interesaba la parte industrial decidieron abocarse a esa rama y delegar la otra a un ingeniero que había estado trabajando con ellos hasta el momento.
A partir de ahí quedó constituida Asuan Ingeniería, una empresa que diseña y construye, a medida del cliente, plantas de proceso y maquinaria para la industria alimenticia.
En la compañía se integran las disciplinas de ingeniería mecánica, ingeniería electrónica y química.
Uno de los profesionales que se sumó al proyecto fue el ingeniero Carlos Fridman, experto en procesos alimenticios y una referencia para los socios de la empresa.
Actualmente Asuan trabaja para mercados como Argentina, Brasil, México, Paraguay y Chile.
Entre sus clientes locales figuran importantes empresas como Frigorífico Canelones, Frigorífico San Jacinto, Grupo Bimbo, Schneck, Conaprole, Parmalat, entre otros.
Cada vez la empresa se vuelca más a la industria cárnica. Esto comprende la carne por excelencia en Uruguay, la bovina pero también la ovina, porcina, la avícola y también algo de pescado.
Hace pocos meses los socios fueron elegidos como Emprendedores Endeavor, al ser considerada su empresa como una de alto impacto.
Comienzo con desencantos.
Cuando Delbono y Maldonado empezaron con el proyecto no tuvieron apoyo de ninguna institución ni inversor: “fue todo a pulmón”.
El comienzo fue más difícil de lo que esperaban los recién recibidos que se querían “comer el mundo”.
Mirando hacia atrás, Delbono confesó lo difícil que fue la transición de pasar de una empresa consolidada a un emprendimiento propio.
“Salir de una empresa multinacional que nos cobijaba fue muy duro. Nos encontramos con la realidad de un mercado cruel. Tuvimos que bajar tremendamente nuestras expectativas salariales. Ahí tuvimos que empezar a remar dentro del océano real. Unas cachetadas bárbaras”, rememoró Delbono.
Con el paso del tiempo fueron asentándose en el mercado y con la ayuda del programa Empretec –que tiene su origen de un acuerdo entre Naciones Unidas y el Banco República– comenzaron a hacer las primeras exportaciones.
El mercado ideal
Según afirmó Delbono, la empresa no tiene competencia a nivel local; es más, en Latinoamérica son pocas las empresas que aplican tecnología de punta en el área cárnica. “En el mercado local no tenemos competencia en soluciones para alimentos y desosados. En Latinoamérica hay pero se cuentan con los dedos de la mano”, comentó Delbono.
El diferencial radica en la aplicación de tecnología de punta.
El mercado uruguayo es referente en desarrollo de tecnología a medida adaptada a un mercado exigente.
En Uruguay el promedio de cabezas de ganado por habitante es muy significativo comparado con otros países de la región.
“En Uruguay hay 13 millones de cabezas de ganado y 3 millones de habitantes. En Chile, por ejemplo, es al revés: hay 15 millones de habitantes y 3 millones de cabezas de ganado. Colombia tiene 50 millones de habitantes y 40 millones de cabezas de ganado. Hoy en día exportamos más y a mejores mercados que por ejemplo Argentina”, explicó Delbono.
Otra de las características de Uruguay (compartida con países como Nueva Zelanda) es la vida útil que tiene el producto envasado al vacío.
En los frigoríficos uruguayos la carne envasada puede llegar a durar un máximo de 190 días, y eso es mucho. Por eso, varios países de Centroamérica eligen importar este tipo de productos.
De esta forma, otros mercados ven lo bien que Uruguay trabaja en materia cárnica.
Delbono comentó que “todo ese cúmulo de realidades de know how y del mercado hacen que la imagen de Uruguay ante el mundo pase por cuatro puntos: Mujica, el fútbol, Punta del Este y la carne”.
Como un juego de armar
Según los socios, la exportación de tecnología a medida de Asuan se ha “micro estandarizado”; esto quiere decir que la empresa ha logrado exportar soluciones estándar.
Delbono explicó que es como un juego de armar.
“Le vamos dando soluciones particulares en cada área. Por ejemplo: en los manejos de cajas diseñamos un sistema basado en piezas estándar e irrepetidas. Se utilizan dos tipos de tornillos y todo es completamente atornillado”, amplió.
La facilidad de armado es esencial; sin embargo, a veces es necesario que la empresa envíe sus expertos a los mercados que así lo requieran.
“Lo puede armar cualquier persona. Podemos enviar a México un empaque gigante de 1.000 metros cuadrados en cuatro cajas. A veces un mínimo personal nuestro viaja para colaborar con el armado sobre todo en la parte electrónica”, comentó el socio de Asuán.
En las ferias internacionales
Los socios de Asuán subrayaron la importancia de participar en las ferias internacionales que promueven el mercado alimenticio y particularmente el cárnico.
Si bien reconocen que el desgaste físico y mental es mucho porque las ferias llegan a durar tres días, es necesario participar para tener presencia de marca.
Por otra parte, cada feria implica una inversión económica muy grande. La participación puede llegar a tener un costo de hasta US$ 90.000, según el espacio del stand.
En estos últimos años Asuan ha participado en ferias de Brasil, Argentina y México.
En la edición de la Expo Tecnofitda 2012, realizada en Buenos Aires, Asuan tuvo uno de los stands más grandes de la exposición: se trató de 110 metros cuadrados. Además era el único stand de carne, a excepción del de Argentina.
Para alentar la participación en este tipo de eventos, Uruguay XXI apoyó la empresa con subsidios en miles de dólares.
Actualmente Asuan está invitada a participar en la nueva edición mexicana de la Feria Expocarnes a realizarse en este mes de febrero. Las expectativas son muchas y todo está en marcha.
Al respecto, Delbono comentó que a las ferias concurren personas de distintas procedencias, desde clientes de Paraguay o Brasil hasta interesados de India, por ejemplo. “Tus clientes están esperando verte en las ferias; por eso es importante participar siempre”, aseveró.
En búsqueda de especialización
Actualmente Asuan está haciendo hincapié en el área de investigación y desarrollo. Tal vez esto pueda terminar en la concreción de un spin off pero los socios prefieren que el tiempo lo decida.
Tal como le sucedió a los empresarios cuando eran estudiantes y fueron contactados por una empresa, actualmente ellos están acercándose a universidades para acceder a estudiantes destacados que se interesen en el área.
“En la actualidad, que la empresa es madura, estamos formando un grupo de investigación y desarrollo que ya está trabajando. Buscamos materia gris joven, gente con mucha fuerza, con buenas escolaridades. Actualmente estamos trabajando con gente de primera línea, ingenieros en electrónica espectaculares”, comentó Delbono.
Para ello los empresarios se han contactado con la Universidad Católica, la Universidad ORT y la Universidad de la República.
Los socios comentaron que la idea es profesionalizar todas las áreas de la empresa, generando así una “masa crítica” de ingenieros y diseñadores de maquinaria.
Para ambos empresarios es muy importante contar con software de última generación y hardware de primera, aunque para ello tengan que importarlo porque en Uruguay no se consigue.
En la actualidad, Asuan es un referente en Latinoamérica pero los socios consideran esencial seguir el camino de la investigación y el desarrollo para estar cada vez mejor posicionados en el mundo.
Fuente: El Observador